domingo, 6 de junio de 2010

¿Kilómetro 0?


Fin a una temporada de baloncesto dura y, sobre todo, terriblemente frustrante. Algunos apuntes...

-Se ha cambiado de la A a la Z el equipo, pero el balance es prácticamente el mismo que el año pasado: semifinalista en liga, cuartofinalista en europa y finalista en copa (única diferencia, aunque con la penitencia de ser barridos por los culés). Con la evidencia de que seguimos un peldaño por debajo de los grandes y con el agravante de enfrentarnos al mejor Barça de la historia, que nos ha machado cuantas veces ha necesitado.

-Messina montó un equipo veterano para obtener resultados inmediatos. Muchos de esos jugadores le han decepcionado y/o no ha confiado en ellos. Así que, paradójicamente, hemos terminado en manos de los jóvenes: Llull, Velickovic y Tomic, con la ayuda final de Felipe Reyes y algunas apariciones puntuales.

-El entrenador despertó unas ilusiones olvidadas en la sección en la última década y ha acabado con más de una sombra de sospecha por el aprovechamiento de los recursos. En cualquier caso, estamos obligados (quien escribe, convencido) a creer en él: por primera vez en mucho tiempo tenemos a un entrenador ganador, top de Europa y que conoce el camino al triunfo. No hay alternativa: hay que agotar esta vía hasta el final. Él acepta que se ha equivocado con muchos jugadores, y así, al parecer, se lo ha hecho saber al club, que le ha renovado la confianza (como en fútbol, no?...)

-Messina buscó al inicio que los jugadores le dieran un nivel de 10. Frustrado por no conseguirlo, castigó, movió, fichó y, finalmente, aceptó que el triunfo con este equipo era imposible y optó por terminar lo mejor posible. Pensando quizás más en el futuro...

-Lo único que alivia el dolor es ver el futuro (con permiso de la NBA) con Tomic y Velickovic en el equipo (a Llull, por desgracia, en principio sólo le queda un año antes de irse a EE UU). Quizás, dentro de uno o dos años, pensemos que esta temporada sirvió para más de lo que parece ahora mismo.

-¿Y ahora qué? Hay que fichar jugadores que marquen la diferencia y evitar, en la medida de lo posible, cambiar de nuevo el equipo por completo. Creo que muchos de los que han venido este año podrían tener sitio el año que viene, pero en un papel más secundario (Lavrinovic, Prigioni, e incluso Jaric y Garbajosa...).

-Salvo sorpresa, Bullock no seguirá. Hay que despedirle con todos los honores. Ha jugado con honor, dignidad y se ha entregado al máximo. De alguna manera, ha simbolizado lo que hoy es el madrid de baloncesto: un buen jugador, honesto y esforzado, pero que está un punto por debajo de los más grandes de Europa.

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