martes, 23 de noviembre de 2010

El estado del baloncesto, según Messina

Al entrenador de baloncesto, Ettore Messina, se le entiende muy clarito cuando habla. Habrá quien discrepe, pero lo explica todo muy bien. Estas declaraciones las realizó en el programa ‘Al primer toque’, de Onda Cero.


-“Esta irregularidad es lo normal. Si queréis tener paciencia, la tenéis; si no, es lo mismo, porque las cosas son así. No soy yo quien lo decide, es la vida. El día que nos encontremos a uno de 23 años que juegue siempre bien y con presión, será un milagro. A mí me parece tan normal… qué te puedo decir [al entrevistador]”.

-“Si vosotros pensáis que Tomic, Suárez o Sergio Rodríguez lo van a hacer como gente de 30 y 32 años, sabiendo aguantar la presión y manejar el partido, me permito decir que tenéis una idea del baloncesto un poco rara”.

-“El mismo Ricky Rubio está teniendo una temporada difícil, y lo mismo en el Mundial. Pero no se le puede tratar igual que a Siskauskas, no es una manera correcta de evaluar las cosas. A un jugador de 30 años, como Siskauskas, Diamantidis o Spanoulis, les puedes decir: ‘mira chico, hay que jugar bien cada día porque tú eres un campeón’. A un joven no se le puede tratar de esta manera. En el Caja Laboral, Bjelica juega dos minutos por partido, es normal. Y a veces juega diez, lo hace bien y están contentos”.

-“En el Mundial del 86, Yugoslavia perdió el partido porque el entrenador, y lo trataron de loco, jugó los últimos minutos contra EE UU con Divac, Kukoc y gente así, y fallaron todas las bolas clave. Cuatro años después tenían un equipo que dominó Europa”.

-“El club ha apostado por un equipo de este tipo por muchas razones: para construir un futuro y porque el nivel de inversión no permitía fichar gente como Spanoulis. Ahora, esto necesita un tiempo para desarrollarlo, esté aquí Phil Jackson, Pepu Hernández o mi mujer”.

-“Se puede opinar si soy el entrenador correcto para desarrollar un equipo tan joven. Esto se puede cambiar. Yo, personalmente, por lo poco que he hecho en mi vida, creo que soy la persona apta de hacerlo”.

-“Hay un montón de jugadores jóvenes que tenemos que ayudarles a mejorar. Si ellos se fortalecen desde el punto de vista mental y buscan una regularidad que no es típica de los jóvenes, vamos a poder pelear hasta el final de manera importante. Si no lo conseguimos, vamos a sufrir altibajos toda la temporada. Esto lo podemos conseguir en seis meses, en ocho o en un año… porque los jóvenes son así”.

-“Por lo que he hablado con Florentino y Valdano, ellos también tienen claro que hay que tener paciencia”.

-“Nivel hay porque, si no, no hubiéramos ganado de 25 puntos en la primera parte en Badalona. Pero una cosa es el nivel físico y técnico, y otra estar siempre al 100% desde el punto de vista mental, que es algo que evidentemente nos cuesta”.

-“La presión no ayuda, pero hay que acostumbrarse a ella, es algo típico de este gran club. Tenemos que aprender cómo manejarlo”.

jueves, 11 de noviembre de 2010

El banquillo del Madrid: todo o nada

El Madrid ha sido los últimos años una trituradora de entrenadores, una mala práctica que ha sido corrosiva para el club y también para estos técnicos. No todos lo hicieron mal. Es más, varios de ellos arrojaron un balance positivo. Seguramente también insuficiente para hacer frente a este Barça pero en ningún caso resultaron un desastre. Capello ganó una Liga, Schuster otra, Juande Ramos levantó a un muerto y Pellegrini hizo el récord de puntos.

Podría pensarse que equipos de cierto nivel, nivel Champions, estarían interesados en ellos. Sin embargo, solo Capello se colocó en un 'grande' (la selección inglesa). Schuster dirige al Besiktas; Juande estuvo y fue despedido del CSKA Moscú y ahora entrena al ilocalizable Dnipro; y Pellegrini acaba de fichar por el Málaga.

Se le podrán poner pegas al técnico chileno, ¿pero de verdad que no da para más que para el Málaga? Schuster ganó una Liga con bastante autoridad (es verdad que luego el equipo se le fue de las manos), pero cuesta pensar que nadie de más entidad que el Besiktas se haya fijado en él. Y lo mismo podríamos decir de Juande Ramos. Los tres, además, avalados con muy buenas actuaciones en sus etapas anteriores al Madrid.

El banquillo del Bernabéu parece, pues, un todo o nada. Triunfar es coronarse, no hacerlo es volver a empezar.