Mourinho, Valdano, los árbitros...

-No me gusta que Mou le enseñe los tres dedos a la afición del Milán, no me gusta que fuerce tan descaradamente la expulsión de dos jugadores (mejor, más sutil), no me gusta que se haga política de club con el tema de los árbitros... Aquí no vale cualquier cosa. Somos el Real Madrid por algo.

-Los árbitros hace 20 años que benefician al Barça, que controla la Federación con toda su desfachatez (véase el último episodio de Pamplona). No debe ser Mou en una rueda de prensa después de un partido quien lance una campaña para revertir la situación. Eso lo debe atajar Florentino en una labor de lobby en los despachos. Y lo debe hacer con urgencia. Nuestro señorío no puede impedir que traguemos con todo. Pero eso tiene que ser una tarea del club y hecha con cuidado y sutileza.

-Valdano no pinta nada en nuestro club. Nunca ha pintado nada una vez que se retiró como jugador y nos acuchilló por tres veces con el Tenerife (dos ligas y una eliminatoria de Copa). Su pasado como entrenador ya le convierte en indigno de pertenecer al Real Madrid, pero un análisis de su papel en sus dos etapas aquí dejan claro que sobra. ¿Qué ha aportado como director general? La apuesta por los galácticos fue del presidente y esta Mourinho, también. Él trajo en su día a Queiroz y luego a Pellegrini. En los fichajes de jugadores no se le conocen méritos. Es un personaje que no nos merece, que habla de valores y él carece de todos. Lo único que le interesa es mantenerse en el cargo y vivir de él (de nosotros). Él es un portavoz, el mejor posible, pero que sea considerado y que cobre como tal.

-Mou está para entrenar, para que el equipo pase de octavos en Europa, para que no nos metan cinco en Barcelona, para que haga crecer este equipo... Y también para hablar de cosas de su negociado que no le gustan. No critico, por ejemplo, su comentario de la alineación del Sporting en Barcelona, tan justa y real como inédita en España. Otras muchas guerras, como el apoyo del estamento arbitral al Barça, le corresponden a las altas instancias.